sábado, 9 de noviembre de 2013

Reforma fiscal integral, una oportunidad desperdiciada

Toda la expectativa, la espera, todo el optimismo, los buenos deseos y el sueño de una reforma fiscal integral se fueron por la borda.
Prácticamente se había trabajado y preparado, tanto a nuestra economía como finanzas públicas desde la administración del ex Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, para sacar una reforma fiscal integral y profunda, porque hasta ahora la administración pública federal cuenta con la mayoría (PRI, Verde Ecologista y una muy pequeña fracción de los otros partidos).
Los ojos de los extranjeros, y fundamentalmente los de los estadounidenses, también tenían la visión de que este sexenio daríamos el gran paso y que no volveríamos a sacar una miscelánea; también a ellos los decepcionamos.
Miscelánea defectuosa
¿Cuál fue la razón y cuáles las sinrazones que motivaron a sacar una miscelánea tan defectuosa? ¿Qué se negoció a cambio? No lo sé, y creo que lo que haya sido no va a valer la pena, porque la trascendencia y el beneficio social de una reforma fiscal integral no serán recompensadas por una buena reforma energética —la cual ni siquiera es seguro que salga.
¿Por qué soy tan crítico y hablo de una oportunidad perdida? Porque el momento de México es hoy y porque todos sabíamos que la verdadera reforma fiscal era aquélla que lograra incorporar a los informales a la base de contribuyentes; no ésta, que simplemente le carga más y permite deducir menos a quienes siempre han contribuido.
Cuando me preguntan que cuáles son los catalizadores para detonar crecimiento, bienestar y un repunte en la Bolsa Mexicana de Valores, siempre contesto que los mejores motores internos serían lograr la reforma hacendaria, que ya no lo es, así como la reforma energética, que ojalá lo sea.
Además de estas dos, hay un catalizador externo y es lo que Estados Unidos nos pueda jalar debido a su crecimiento económico; es por este último que soy más optimista y no debido a los motores internos.
Un mejor 2014
Es lamentable: pareciera que el sexenio no tendrá una verdadera transformación en su estructura fiscal, a menos que sucediera un milagro en las elecciones intermedias.
México tendrá un mejor 2014, como ya comenté, por Estados Unidos, y además por la inercia y el crecimiento global; ojalá y la reforma energética detone inversión y crecimiento por méritos propios.

SINTESIS
De acuerdo con este artículo, ya que gran parte del avance que se deseaba obtener era el lograr tener más contribuyentes, y no que se pagara más. Puesto como ya sabemos aún existe una gran porción de la población quienes evaden impuestos debido a las grandes lagunas existentes dentro las leyes fiscales. El número de contribuyentes podría aumentarse con la modificación de la reforma fiscal que es la que regula el pago de impuestos que la población rinde ante el gobierno.

Pero lamentablemente se ha podido observar que la filosofía que dirige esta reforma es solo quitar más a los que más tienen para dárselo a quienes menos tienen, manteniendo eso si es mismo número de contribuyentes quedando aun gran parte de la población sin cumplir sus obligaciones tributarias…

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